He tardado mucho en darme cuenta de la importancia de, no sólo hacer ciencia, también acercarla a la sociedad (o que esta se acerque) y así promover una reacción en cadena para mejorar nuestra cultura científica (guiño a nuestra amiga polimerasa)
Kaixo! Pronto empezará el año 1 d. C., el primer año después del COVID-19. Esperemos que la crisis sanitaria se vaya superando, pero sin duda tendremos muchos retos que afrontar con otros problemas de salud, sociales, económicos y medioambientales. La ciencia será una herramienta importantísima para poder avanzar, pero es una pena que haya tenido que llegar una pandemia para que muchas personas se acuerden de ella, ¡y otras tantas aún no lo han hecho!
En mi caso, ahora tengo la suerte de vivir la ciencia cada día, mientras hago mi doctorado en química en la UPV/EHU. Pero aun así, he tardado mucho en darme cuenta de la importancia de, no sólo hacer ciencia, también acercarla a la sociedad (o que esta se acerque) y así promover una reacción en cadena para mejorar nuestra cultura científica (guiño a nuestra amiga polimerasa). Como a muchas personas les habrá pasado, el extraño periodo del confinamiento me sirvió para pensar y experimentar, y así empecé mi proyecto de divulgación: La Peca Curiosa.
Aún estoy aprendiendo este arte, pero gracias a las grandes divulgadoras que tenemos a unos pocos clics y las sugerencias de quienes siguen al canal, el proyecto va cogiendo forma. Me encontrarás en YouTube e Instagram, por ahora, contando la ciencia tras mi tesis, sobre el ADN y la nanotecnología, desde la mirada de un químico. Para el futuro, tengo muchas ideas, pero sólo se seguro, ¡que a La Peca Curiosa le queda mucho camino por andar!