La autofagia, un proceso descubierto por el japonés Yoshinori Ohsumi, que quiere decir literalmente: ¡Comete a ti mismo! Aunque suene raro este proceso no ocurre tan solo en las levaduras, sino también nos ocurre a nosotros, los humanoides (pero al menos por ahora tan solo a nivel celular)
And the winner is… Nos vuelve locos oír esa frasecita en los Oscar o apostar quien ganara en múltiples competiciones con una índole más descerebrada. Aunque siempre haya favoritos muy claros en las quinielas, los cuales casi siempre suelen ganar, por suerte de vez en cuando hay gratas sorpresas. No es el caso del balón de oro, donde desde el 2008 no gana ninguno que no sea el aburrido tándem Messi-Ronaldo (¡oh, cuánta emoción!). Pero Dinamarca y Grecia si sorprendieron muy mucho cuando ganaron la Eurocopa siendo supuestamente unos de los rivales más débiles. ¿Será capaz de quitarle el Oscar en 2017 a mejor actor principal el hermano casi desconocido de Ben Affleck (Casey) a Ryan Gosling por su película Manchester frente al mar?
Pues algo parecido lo mismo pasó hace unos meses con el premio Nobel de Medicina 2016. Recuerdo que me pase toda la mañana alterado, nervioso, estaba casi seguro que el premio Nobel iba a tener fijo un medio sabor spanish, ya que el descubridor inicial de la herramienta de edición de genes CRISPR/Cas9 es el alicantino Francis Mojica. Cientos de científicos frikies estábamos esa mañana haciendo experimentos basados en esa herramienta tan útil para nuestras investigaciones con miraditas nerviosas y sonrisitas de orgullo por usar una técnica que iba a recibir ese premio tan prestigioso. Pero el estupor se apodero de nosotros y nuestra sonrisa se borró ipso facto. Alguien gritó por el pasillo que el premio Nobel de Medicina se lo habían dado a la Autofagia.
-¿A la quién?- vocifero aún más alto otro científico que salía despistado de un laboratorio.
La autofagia, un proceso descubierto por el japonés Yoshinori Ohsumi, que quiere decir literalmente: ¡Comete a ti mismo! Aunque suene raro este proceso no ocurre tan solo en las levaduras, que es donde fue descubierto, sino también nos ocurre a nosotros, los humanoides (pero al menos por ahora tan solo a nivel celular). Todavía no me veo yo comiéndome mi propio brazo al horno con mucho ajito y perejil… aunque si los salarios de la carrera científica siguen así, todo llegará.
Meggie Maddock en la película Eat de Jimmy Weber (2014)
¿Pero por qué las células hacen esas cosas tan raras? ¿Por qué se auto-comen parcialmente? Pues simplemente porque son unas maniáticas de la limpieza y es que lo usan como un mecanismo de limpieza interna. Cual marujón que trabaja de lunes a viernes, se dan cuenta el típico sábado por la mañana que la casa está hecha un desastre y les da por limpiar, ordenar, poner lavadoras, volver a limpiar…Y esto es lo que hacen cada una de las billones de células marujonas que nos componen. Las células meten y encierran sus desperdicios en vesículas llamadas autofagosomas (sus propias bolsas de basuras) y los envían al lisosoma, unos orgánulos celulares que son como el aparato digestivo de las células, capaces de digerir proteínas, carbohidratos o lípidos. Pero como pasa cuando limpias tu casa, muchas partes de esa basura las puedes reciclar.
Reciclan proteínas viejas y las convierten en nuevas y monísimas proteínas jóvenes y frescas. Pero es que además son capaces de eliminar restos de bacterias y virus después de alguna infección. A cualquier madre le encantaría tener lisosomas por hijos para no tener que ir detrás de ellos con la zapatilla en mano para ser lanzada con o sin efecto boomerang. Pero como toda maquinaria sino se cuida o es demasiado vieja deja de funcionar correctamente, lo que hace que no se limpie tanto y se puedan producir enfermedades como cáncer, diabetes, Parkinson o Alzheimer.
Lisosomas en formato bolita. Enciclopedia de Características. (2016). Fuente: http://www.caracteristicas.co/lisosomas/#ixzz4W20zpElc
Otro punto positivo de todo esto es que estos lisosomas son capaces de generar energía con toda la basurilla que reciclan a través de la autofagia. Pero es que además este proceso disminuye las consecuencias negativas del envejecimiento, ya que se deshacen de órganos celulares y moléculas defectuosas. Así que si quieres estar divina de la muerte para un sábado noche, ya sabes que hacer ese mismo día….ni sesiones de spa, ni zumos de verduras purificadores, ni cremitas varias: autofagocitate!!!
Luis Matías-Hernández (@luismatiasher)